Me apasiona el mundo de la moda. Las tendencias, adornos, complementos, vestimentas, pero ¿sabes? No tengo referentes. Soy mi propia referencia. Observo, improviso y me quedo con lo mejor o con lo que a mí más me mola. Ésa es la definición de mi propio estilo.
Defiendo siempre que todos debemos aspirar a la singularidad, a la búsqueda de la individualidad, y no la imitación.
La moda nos llega a influir en muchos, demasiados, aspectos de nuestras vidas: en lo que comemos, bebemos, y hasta en los lugares donde vamos.
Vivimos en el siglo de la comunicación: todo se mide en impactos en redes sociales, anuncios, programas, series, y una saturación de contenidos. Y en esa oleada, trabajar la identidad propia se convierte en una gran necesidad personal.
Ver esta publicación en Instagram
El cómo nos vestimos dice mucho de nosotros mismos: personalidad, gustos, clase, género… tener tu propio estilo, por lo tanto, es algo más que moda, es una identificación personal.
Hice mi primer Book en Londres, con idea a empezar a construir un currículo y construir la base para futuras colaboraciones. Pero lo fui alargando, sobre todo por falta de tiempo, no por ganas y motivación. El Book quedó muy chulo, jovencita (2013), y me contactó alguna agencia, pero no era el momento para mí.
Al volver a Madrid, 4 años después, y con esas ganas que en su día no se me habían frenado, me hago un nuevo Book, más actual y algo más arriesgado (ropa interior), en el lugar emblemático de Madrid, el Hotel Santo Mauro, con su decoración tan elegante y sus jardines tan verdes. De ahí puede salir algo… y me decido a seguir trabajando en ello, poner el esfuerzo en varias colaboraciones que tengo pendientes y tratar de introducirme en este sector que tanto me apasiona. Y esto lo combino con mi actual trabajo, lo cual es difícil porque todo requiere su tiempo.
¿Ser modelo? ¿Saber posar? ¿Trasmitir? ¿Tener fuerza o potencial?
Cualquiera de nosotros podría ser “modelo” si logras transmitir un mensaje, la esencia de una marca/producto, una ropa o una acción de tal manera que se perciba credibilidad, autenticidad. Pero eso no es fácil, porque lo más complejo es que la gente perciba esa esencia, esa naturalidad y esa conexión con lo que se quiere comunicar.
Ver esta publicación en Instagram
Todo ello supone aprendizaje, pero sobre todo saber expresar nuestro lado más natural, y a la vez enseñar todas nuestras virtudes, por supuesto. Saber posar es algo fundamental para transmitir tu verdadera esencia.