“Cuido de mí, para cuidar de ti” , “Me cuido para invitarte a que te cuides”
La salud siempre ha estado en el centro de nuestras vidas, de nuestras decisiones y cada día nos preocupa más. Hay muchos factores externos, que no controlamos, que influyen (para mal o para bien) en nuestra salud, y ahora en plena pandemia somos plenamente conscientes de ello. Pero también hay muchos factores, demasiados, que sí podemos controlar.
Cada vez más asumimos de forma consciente que nuestra salud, en gran parte, está en nuestras manos, en nuestro día a día, en nuestra forma de alimentarnos, en el deporte, en las rutinas, en la disciplina de nuestro estilo de vida. Además, sentirse más saludable suele ser un gran motivo para seguir haciendo cosas que realcen nuestra imagen, cuidado y bienestar. Cuando estamos sanos, queremos más, queremos vernos mejor, queremos progresar… la salud es nuestro motor.
Me gustaría hablar hoy de cosmética. Ante el acné, la piel maltratada, seca, mal hidratada, las bolsas en nuestros ojos (ojeras), manchas solares, cabello seco y desgastado, uñas en mal estado, y así podría seguir, aparece una gran aliada: la cosmética. Solemos asociar cosmética a belleza, a estética o a cosas que podrían sonar ‘poco profundas’. Pero en realidad, la cosmética está en un proceso de revolución (en innovación: productos, ingredientes, formas de aplicar) que cada vez es más relevante en términos de salud. Salud para nuestra piel, para nuestro cutis, cabello, uñas, …
Cuidar nuestro rostro, nuestro cutis, nuestro contorno, nuestro cabello, para acompañarnos día si y día también, ya sea por la mañana como por la noche.
Por eso me gustaría centrarme en el tipo de cosmética que me apasiona. Con la que me identifico, la que uso en mi día a día. Quiero hablar de la cosmética natural, sin elementos químicos de síntesis. Aquella que se obtiene directamente del animal, planta, mineral o microorganismos.
Cosmética natural, Bio o Eco
La cosmética natural reúne todos los requisitos que considero complementan nuestro bienestar.
1.- Porque utilizan sustancias neutras, ¡y no tiene tantos riesgos de alergias o rechazos!
2.- Importante, no se utilizan animales para realizar los tests.
3.- Es una cosmética sostenible ambientalmente. Y eso es fundamental, yo me cuido y no contribuyo al deterioro de mi entorno… y eso no se puede decir demasiado a menudo, como sabes.
4.- El proceso de la elaboración de estos productos cada vez es más sofisticado, requiere de mucho conocimiento (científico y tecnológico) y la innovación está al servicio de nuestra salud y nuestro planeta. No por ser naturales esta cosmética es obsoleta o ajena al progreso, más bien al contrario.
Normalmente, el proceso de obtener la materia prima es muy complejo, incluso costoso. Con un cuidado exhaustivo de esterilidad, seguridad y ensayos científicos y de calidad.
La cosmética natural es mucho más que un simple ingrediente: es un proceso que nace de una semilla, o de un microorganismo, y termina con el embalaje. Cada parte es compleja, con procesos científicos, mucho conocimiento y, en casa fase, se va aportando mucho valor.
A esto se añaden unos valores, que yo valoro cuando elijo una marca, también de cosmética: autenticidad, calidad, esfuerzo, confianza, mimo al cliente.
La cosmética natural tiene sus propios sellos de calidad. Además, de los sellos Bio, internacionalmente es muy reconocido el sello Natrue, que consta de 3 estrellas:
—una estrella cuando la cosmética es natural.
— dos estrellas, cuando además de natural es parcialmente ecológica.
— y tres estrellas, cuando es al 95% ecológica y natural.
Otras certificaciones europeas de gran impacto son la CosmeBio (Cosmos natural y orgánica), Vegan (no creado por ningún elemento animal) o la Biovidasana.
La innovación en este campo consiste en que existen muchas opciones para todo tipo de pieles, se adaptan cada vez más a mayores problemáticas y necesidades propias de cada persona —se puede personalizar de forma muy efectiva—.
Las certificaciones y sellos son una muestra de que los procesos están muy medidos, contralados, cumplen con una normativa, se aseguran de que los productos tienen lo que dicen que tienen. Por eso, natural también es calidad, como también es ciencia, como también es salud.
No debes olvidarte que, además de una buena cosmética adaptada a ti, debes beber al menos 2 litros diarios de agua, ese elixir de nuestra piel. Es importante tener el cuerpo hidratado y llevar una dieta equilibrada llena de fruta, verdura, cereal, evitando los azúcares, grasas y sal.
Hay un único compañero que viaja con nosotros a lo largo de toda nuestra vida: nuestro cuerpo. O le dedicamos tiempo y cuidado, o esa vida será o menos larga o menos satisfactoria, ¿No crees que merece la pena?